Muchas de las dificultades que están minando todos los días a nuestro país son las diferencias sociales y sobre todo el nivel de pobreza de gran parte de la población. Como tenemos claro que uno de los lemas principales para superar estos niveles es enseñar a pescar y no dar el pez.
Por lo general nuestros gobernantes se enfocan en dar y muchas células de la sociedad lo que requieren es diversificaciones de oportunidades a todos los niveles.
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.
La experiencia mundial muestra la existencia de una estrecha correlación entre el nivel de desarrollo de los países, en su sentido amplio, con la fortaleza de sus sistemas educativos y de investigación científica y tecnológica. Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un año adicional de escolaridad incrementa el pib per cápita de un país entre 4 y 7%
Atrás quedaron los tiempos en que se consideraba a las erogaciones en educación como un gasto. En la actualidad, el conocimiento constituye una inversión muy productiva, estratégica en lo económico y prioritaria en lo social.